Marisa es la mamá de Santiago Rodríguez, el joven de Oliveros que perdió la vida tras un trágico accidente ocurrido en La Ribera. Por el caso, su familia tiene más dudas que certeza en relación a lo ocurrido y busca que el hecho quede esclarecido.
Para ello, este viernes 8 de enero, acompañados por amigos y vecinos del pueblo, realizaron una movilización en la plaza central del pueblo. Además, Marisa dio su testimonio acerca de lo poco que sabe del hecho y sobre todo, de las dudas que rondan sobre él. ¿Qué quieren ocultar?, se preguntó.
El siniestro se produjo el 8 de noviembre cuando Santi era acompañante en una moto al momento de sufrir el accidente. “Yo estuve 19 días en la puerta del hospital esperando novedades y volví sin mi hijo porque no lo pudieron salvar. Hasta el día de hoy no se cómo fue el accidente porque el conductor de la moto que llevaba a mi hijo me cambió la versión tres veces”.
Además, lamentó el no saber cuanto tiempo estuvo su hijo sobre la Ruta 91 sin recibir atención, ya que indicó que pese a los reiterados llamados, ninguna ambulancia se acercó al lugar, hasta que se hizo presente la de Oliveros. “Quiero saber qué responsabilidades tienen”, reflejó.
En relación al conductor del birrodado, contó que era amigo de su hijo, iban juntos a la escuela y compartían la experiencia previa del viaje a Bariloche. Sin embargo dijo: “A este chico le digo que no se merecía la amistad de mi hijo. Hasta el día de hoy nadie de esa familia me dijo perdóname por lo que paso, o lo lamento, o el pésame, es como que no paso nada”. Actualmente cuenta con libertad condicional. “Mataste a una persona, hacete cargo, es falta de empatía total, falta de ética. Esto es una vida, un chico que recién empezaba y tenia un montón de proyectos, ya tenia programado que carrera estudiar y de repente no lo tengo más”.
Sobre la mecánica del accidente, Marisa explicó que además de la moto en la que viaja Santi, había otras tres. “En teoría lo que se es que fue un accidente, el chico quiso ganar velocidad y pasar a las otras. Siguió de largo en la curva, mordieron la banquina y se cayeron, pero hay cosas que no entiendo, que no me explicaron”.
En ese sentido, habló sobre su pedido de justicia y sostuvo: “Encima de que no tengo más a mi hijo y todo el mundo sabe lo que era mi hijo para mi, el vinculo que tenia, la calidad de persona que eduqué y crié, la mayoría de la sociedad me cuestiona haciendo duda de mis facultades mentales porque yo pido justicia. Pido justicia porque entiendo que fue un accidente pero no entiendo que después de un accidente alguien puede ser tan frío de irse, mandarme a Vialidad cuando había sido en La Ribera. Por qué en una comisaria no se hizo el acta del accidente, por qué no juntaron pruebas, por qué no se hizo el trabajo que correspondía. Por qué hay presión sobre los chicos que declararon. ¿Qué ocultan? yo quiero saber la verdad, evidentemente están tapando algo”.
Para su mamá, Santi era muy carismático y especial. Tenía mucho respeto, era callado y compañero. Con lágrimas en sus ojos agregó: “Hace pocos días me llegó un mensaje de un amigo de él y la verdad que me conmovió porque me dijo Santi estaba muy contento con la mamá que tenia y yo estaba muy contenta con mi hijo, porque Santi era amor. Yo aprendí mucho de mi hijo y no me guarde nada con el porque teníamos un vinculo muy especial”.
Por último, exigió conocer la verdad tras la muerte de su hijo. “Yo quiero respuesta de las autoridades, me parece una inoperancia total. Cada día que pasa y que este chico sigue en su casa y no asume la responsabilidad no lo puedo entender. No tengo explicaciones contundentes para que yo me quede tranquila y diga mi hijo perdió la vida por esto. Sé que fue un accidente pero cada acción que se hizo después eso ya es de mala persona”, concluyó.
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