Dos hermanos fallecieron y otros dos resultaron heridos el 09 de octubre de 2022 cuando un automóvil embistió la garita en la que esperaban el colectivo en pleno centro de Timbúes. Un episodio que sacudió a la localidad y a toda la región y que hoy tiene su correlato judicial.
Al borde del juicio, se realizó la audiencia preliminar donde el fiscal Leandro Lucente acusó a José F. por el delito Homicidio simple (dos hechos); y Lesiones leves dolosas (dos hechos), todos cometidos con dolo eventual, en concurso ideal y en carácter de autor.
Por esto, la Fiscalía solicitó la pena de 9 años de prisión efectiva. El Juez de Primera Instancia Dr. Gazza tuvo por formalizada la audiencia, teniendo por aceptadas las pruebas ofrecidas por las partes para rendir en juicio, admitiendo la acusación formulada por la Fiscalía.
Según se pudo comprobar por la Justicia, el conductor del Ford Fiesta Max invadió la mano contraria sin motivo alguno, cruzando la doble línea amarilla, continuando por dicho carril en sentido prohibido, conduciendo con un nivel de alcoholemia de 1.79grs por litro de sangre y a gran velocidad, aproximadamente a 117km/h, excediendo la máxima de 60 km permitida, hasta salir totalmente de la ruta, y sin siquiera accionar los frenos impactar contra la parada de colectivos.
Allí se encontraban esperando el colectivo Estefania de los Angeles Ruiz y Laureano Maximiliano Ruiz, a quienes les provocó su fallecimiento por traumatismo encéfalo craneano grave en contexto de politrauma producto del impacto, como así también lesionó a Alejandro R. provocando traumatismos en miembro superior derecho y miembro inferior derecho e izquierdo, con movilidad conservada; y a Denisse R. provocando traumatismo en miembro superior izquierdo con movilidad conservada.
No es la primera vez que el acusado protagonizaba un hecho de este tipo. El 18 de diciembre de 2021 en horas de la madrugada ya había impactado contra un vehículo que circulaba sobre la misma artería y en la misma localidad, con un nivel de alcoholemia de 1.97grs por litro de sangre. En dicha oportunidad provocó daños materiales, más allá de que producto de la colisión ambos vehículos terminaron en la cuneta y el imputado impactó una garita de colectivos de hierro, por lo que conducir alcoholizado no se trataba de una conducta aislada.
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