El precio de la nafta y el gasoil vuelve subir a partir del 1 de diciembre. Si bien depende mucho de lo que haga YPF, que tiene la mayor porción del mercado, el aumento rondará el 3%. La depreciación del peso de 2% y la cotización del barril de Brent explicarían el ajuste.
En este sentido, el ajuste tendrá como piso el 2% de devaluación mensual del tipo de cambio oficial. A esto se suma el incremento que marcó el precio del barril de petróleo en el mercado internacional y un 1% de incremento en el impuesto a los combustibles líquidos (ICL).
Desde que YPF aplicó, en octubre, una leve baja de los precios en surtidores, este será el segundo mes de aumento consecutivo. Al tener la mayor porción del mercado, es la que dirige el ritmo de las otras empresas. En este sentido, Shell, Axion y Puma seguirán a la petrolera estatal.
Por su parte, YPF informó recientemente que sus combustibles se encuentran en la zona de paridad de importación. De esta manera, los ajustes dependen de las variaciones del dólar oficial y de los movimientos que tenga el barril de petróleo en el mercado internacional, particularmente del que se conoce como “Brent”.
Las ventas de combustibles mostraron en octubre un fuerte repunte respecto a septiembre, según datos de la Secretaría de Energía. Sin embargo, las comparaciones contra el año pasado muestran una sensible caída en el despacho de nafta y gasoil, en parte por el efecto de comparación que dejó la disparada de consumo en medio de la crisis de abastecimiento que se vivió en el período electoral de 2023, y los recientes aumentos de precios.
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