Tal como se había anunciado, a partir de la medianoche, el precio del combustible volvió a aumentar y las petroleras actualizaron sus valores por el descongelamiento impositivo. Además, sumaron una suba del margen de rentabilidad de las petroleras, por lo que la suba fue un poco más alta de lo esperada.
En promedio, tanto la nafta como el gasoil subieron un 7.5%. En un principio se hablaba de que el aumento iba a rondar el 4% autorizado por el Gobierno en el marco del plan gradual planteado para descongelar los impuestos a los combustibles líquidos y al dióxido de carbono sobre las naftas y el gasoil.
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