Por Silvia Jubany *
No le devolvamos el intelecto enlatado a la divinidad, es momento de abrirlo y usarlo. ¿Qué estamos esperando? Ya cumplimos 30, 40, 50, 70, 80 años, ¿cuándo vamos a comenzar a ponderar el tiempo?. ¿Qué es el tiempo para mí? ¿Cuánto tiempo me queda en estos lugares? ¿Cuánto tiempo/calidad me dedico? ¿Y cuánto le dedico a los míos?.
Vos entonces me podes preguntar, ¿cómo logro ponderar el tiempo? ¿cómo logro percibir? Muy sencillo. Observando: cuando nacimos lo primero que hicimos fue inhalar y luego llorar, cuando morimos exhalamos y lloran los demás. Entre esa primera inhalación y la última exhalación se da lo que llamamos vida, creyendo que es el tiempo el que pasa: NO, los que pasamos somos nosotros. El tiempo siempre está. Y si estos últimos años pasaron rápido te aviso que los próximos vuelan y nosotros sin percibir la realidad.
¿Qué estamos esperando? En general se habla del afuera, de ellas, de ellos, qué dicen, qué hacen, allí siempre la atención afuera. Como si nuestro paso por aquí fuera eterno. No nos enseñaron y no quisimos aprender a percibir, a tomar conciencia.
Quién no percibe no ve la realidad.
Entonces si puedo comenzar observando lo descrito anteriormente, también puedo no ignorar los miedos, las angustias, nuestras inseguridades, tristezas, rabias, enfados. ¿Estoy realizando este proceso que me está sucediendo por dentro?. También debo observarlo y hacernos conscientes de lo que le pasa a nuestra mente que no se detiene con tantos pensamientos. Sólo con la observación y una respiración pausada y profunda comienzo a tranquilizarme, a viajar hacia mi interior. Se puede.
Si llevo el auto al service cada tanto, ¿cómo no cuidar el único cuerpo que tenemos para transitar sanos física y emocionalmente por estos días?. Es un proceso que se logra aprender con la práctica, cuando se toma la decisión de vivir mejor, generando armonía, bienestar, y esa alegría genuina que está en nuestro interior. Allí ya estamos Meditando…
¿Cómo lo hacemos ? Practicando Yoga, respirando, algo de conocimientos y meditación: Cursos de El Arte de Vivir. Así de sencillo.
Nos dicen que se sentían como en una celda oscura con dudas , culpas, miedos. Pasa que luego descubren que la llave de la celda la tienen ellos, nuestros alumnos y cuando por fin deciden abrir la mente, expandirla, ven la luz, la alegría, el bienestar, comienzan a vivir mejor, se dan cuenta que el tiempo vale oro. Y juntos comenzamos a transitar un camino espiritual y la misma vida cambia.
He tomado consciencia.
Estoy percibiendo.
Ya me doy cuenta de cómo vivir mejor.
*Instructora de El Arte de Vivir, conductora y productora del programa radial «Camino a Casa», 94.3 Radio Maciel
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